Seguro que os ha pasado alguna vez: pasar por una experiencia tan intensa, tan rica sensorialmente y tan emocional que a la hora de relatarla las palabras se os han quedado cortas.
En PNL le damos dos estructuras a este movimiento:
– Por una parte existe la llamada “estructura profunda” que hace referencia a la experiencia vivida con todo lujo de detalles, sensorialidad y emociones.
– Y por otra, está la “estructura superficial” que hace referencia a la experiencia contada.
Al querer relatar nuestra experiencia existen sesgos y transgresiones lingüísticas que pueden impedir la comprensión y el entendimiento mutuo.
Para resolver estos sesgos la Programación Neurolingüística presenta el llamado metamodelo de lenguaje, una poderosa herramienta que nos provee de una serie de retos y preguntas que nos permiten reconectar con la experiencia vivida y contarla de la manera más ajustada posible a lo vivido.
También nos ayuda a abrir posibilidades y a retar esos “no puedo”, “soy incapaz”, “es imposible” que nos inhabilita para adentrarnos en un momento de cambio o a pasar a la acción para conseguir nuestros objetivos.
El metamodelo de lenguaje existe para retar esas limitaciones conscientes o inconscientes que no impiden avanzar y para retar esas interpretaciones erróneas de la realidad que nos invitan a distorsionar nuestra propia experiencia.
Todos estos retos los aprendemos en 5a edición Curso breve de Comunicación y PNL,
los jueves del 4 de mayo al 8 de junio, de 18.00 a 21.00hs.
Te lo contamos en un micro video de 1 minuto haciendo click aquí.
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