A menudo no desatamos nuestro potencial creativo porque lo “matamos” antes de ponerlo en marcha y probar cómo funcionan.

Las tres principales emociones que limitan nuestra creatividad son:

☠ EL MIEDO. Generalmente es a “fracasar”, a equivocarnos … o tal vez a desatar nuestro propio potencial y talento (dejarnos ver o exponernos demasiado) La creatividad nos saca del “mundo ordinario”, y a menudo los humanos tememos a lo desconocido. Sea como fuere, el miedo (a-lo-que-sea) es un gran freno para el proceso de ser creativos, a probar a hacer algo diferente, algo nuevo sin garantía de que “salga bien”. Nos cuesta arriesgarnos.

☠ LA VERGÜENZA. Esa “emoción que pretende ocultar algún defecto o acción nuestra que creemos que, si se viera, podría provocar rechazo”. Consideramos nuestras “peculiaridades creativas” como un “fallo” que hay que esconder o “reparar”, tal vez como una rareza, y nos volvemos excesivamente autocríticos. Esa no-aceptación o rechazo, empezando por nosotros mismos, es lo que mata el impulso natural e intrínseco de ser creativos, de probar a hacer algo “extraordinario”.

☠ LA CULPA. Esa “sensación interna […] de haber hecho algo malo, de ser mala persona, de hacer daño a los demás, de haber infringido alguna ley, principio ético o norma […]”, más que matar, impide nacer y desarrollar nuestra capacidad de pensar y actuar diferente. Así, evitamos, ser “castigados”, por algún sentimiento más profundo, tal vez de pertenencia, lealtad o fidelidad a un sistema o a una persona importante para nosotros.

Es importante reconocerlas y poner voluntad en vencer estas resistencias al cambio, a crear algo nuevo, a hacer algo diferente, dando pequeños pasos hacia “lo extraordinario”.

#creatividad

#emociones

#mastercreatividadpnl