Las palabras tienen poder y según el tono de voz y la expresividad en las que las pronunciamos pueden doler e insultar o calmar y consolar. Aún así, su impacto en comunicación tan sólo es del 7%. El restante 93% recae sobre nuestro lenguaje no verbal.
Esto es:
🔸️ la dirección de la mirada
🔸️ el ritmo, tono y volumen de voz
🔸️ los gestos y postura corporal
🔸️ la respiración
Cuando estamos en el canal VISUAL:
– nuestra mirada va hacia arriba buscando imágenes porque es a través de formas, colores, distancias y tamaños que comprendemos y procesamos mejor la información.
– hablamos más deprisa y a un volumen elevado porque las imágenes son más rápidas que los sonidos, (ejemplo del rayo y el trueno). Para contar lo que estamos procesando visualmente, necesitamos hablar a un ritmo mucho más acelerado y elevar la voz para escucharnos mejor.
– respiramos más rápido y entrecortadamente debido para mantener el ritmo de nuestra forma de hablar
– tensamos nuestros hombros porque nuestro cuerpo acompaña a la rapidez de nuestro ritmo verbal y visual
Cuando estamos en el canal AUDITIVO:
– mantenemos un ritmo armónico en nuestra manera de hablar porque nos gusta escuchar nuestras propias palabras y estar pendiente de cómo nos suenan
– tendemos a girar la cabeza para poner el oído hacia la dirección de nuestro interlocutor, porque así recibimos y comprendemos mejor la información.
– nuestra respiración se vuelve más pausada, al nivel del diafragma, porque así acompasa el ritmo de nuestra voz
– nuestra postura es relajada aunque no tanto como cuando estamos en kinestésico.
Cuando nos estamos comunicando desde el canal KINESTÉSICO:
– tendemos a mirar hacia abajo (buscando el sentir, nuestra emoción), porque procesamos mejor la información a través de las sensaciones físicas que nos causa y es una manera de chequear cómo nos está haciendo sentir eso que estamos percibiendo
– hablamos más lento, es como si necesitáramos más tiempo para saborear lo que queremos decir porque cuando hablamos necesitamos digerir o encajar la información que queremos transmitir o que estamos recibiendo
– la postura corporal se vuelve totalmente relajada porque nuestro cuerpo sigue acompañando a nuestro ritmo de voz
– la respiración es lenta y pausada otorgándonos más tiempo para sentir y asimilar lo que esta ocurriendo a nuestro alrededor.
El lenguaje no verbal es muy potente en comunicación porque se manifiesta a través del inconsciente y no podemos controlar.
Aprender a leer parte de la información inconsciente de nuestros interlocutores también lo aprendemos en el Curso breve de Comunicación y PNL,
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