Nuestro cerebro se activa por preguntas… Según el tipo de preguntas que nos hagamos se activarán diferentes zonas de nuestro cerebro buscando la respuesta.
El secreto está en hacernos las preguntas adecuadas para encontrar respuestas que nos motiven, nos estimulen e incrementen nuestro estado de ánimo, nos ayuden a tomar decisiones y mayor consciencia de nuestro estado actual.
Por ejemplo, las preguntas de poder de las mañanas, podrían ser:
1.- ¿Qué es lo que me hace feliz?
2.- ¿Qué es lo que me hace sentirme estimulado/a ahora en mi vida?
3.- ¿De qué me siento orgulloso/a ahora en mi vida?
4.- ¿De qué me siento agradecido/a ahora en mi vida?
5.- ¿De qué estoy disfrutando más ahora en mi vida?
6.- Con qué estoy comprometido/a ahora en mi vida?
7.- ¿A quién amo? ¿Quién me ama? ¿Qué es lo que me hace amar? ¿Cómo hace que me sienta?
Las preguntas adecuadas nos facilitan información sobre los avances en nuestra vida.
Como dirían los estoicos no es lo que nos sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede, cómo reaccionamos ante ello y qué consecuencias queremos crear.
Hacernos las preguntas de poder de la noche nos ayuda a tomar consciencia de lo que hemos aportado al día que nos ha tocado vivir…. no tenemos poder sobre cómo se desarrollan los acontecimientos fuera de nosotros, pero sí, sobre las decisiones que tomamos al respecto.
Estas podrían ser algo así como …:
1.- ¿Qué he dado de mí, hoy?
2.- ¿Qué he aprendido hoy?
3.- ¿Cómo ha contribuido el día de hoy a aumentar la calidad de mi vida y cómo puedo utilizarlo como inversión en mi futuro
Cuando nos hacemos preguntas útiles sobre un problema o situación dificultosa éstos dejan de tener poder sobre nosotros. Nuestro cerebro se pone, entonces, a indagar y a encontrar respuestas también útiles que nos ayuden a transitarlos y a dar con “soluciones” tal vez insospechadas.
Las preguntas que solucionan problemas podrían ser:
1.- ¿Qué tiene de bueno este problema?
2.- ¿Qué hay que no sea “perfecto” todavía?
3.- ¿Qué estoy dispuesto/a a hacer para que sea como yo quiero?
4.- ¿Cómo puedo disfrutar del proceso mientras hago lo necesario para lograr que sea como yo quiero?
Así, este tipo de preguntas nos ayudan a pensar por nosotros mismos, a reflexionar y a tomar consciencia de aspectos que tal vez si no nos las hiciéramos, se nos pasarían totalmente desapercibidos. Y estos aspectos nos pueden resultar de guías para seguir transitando hacia un objetivo, hacia una vida más satisfactoria, hacia la resolución de conflictos o para gestionar mejora nuestras emociones, redirigir nuestros pensamientos y actuar en consecuencia.
Y si te apetece estar más al día con nuestras publicaciones te invitamos a seguir a: